MICROORGANIC WASTE

El proyecto trata de evaluar el desarrollo de aislados autóctonos de Trichoderma en residuos orgánicos, mediante la técnica qPCR comprobando el efecto del peletizado en la germinación de diferentes semillas.

La bioeconomía circular puede definirse como «un modelo de producción y consumo que implica reutilizar, reparar, renovar y reciclar los materiales y productos existentes para mantener los materiales dentro de la economía siempre que sea posible. Una economía circular implica que los residuos se conviertan a su vez en recursos, minimizando así la cantidad real de residuos. Por ello, es necesario darles una segunda vida a los residuos y pueden utilizarse, por ejemplo, como fuente de carbono para que agentes de biocontrol.

El tratamiento de semillas mediante recubrimiento es una práctica común en la producción agrícola. El recubrimiento se aplica a la superficie de la semilla para protegerla y mejorar las condiciones de siembra. El uso de agentes de biocontrol es una forma sostenible de controlar los fitopatógenos porque tienen la capacidad de reducir la población del agente causante de la enfermedad o evitar sus efectos. En todo el mundo se han patentado y comercializado diferentes productos comerciales para el control de distintas enfermedades de las plantas que se aplican directamente al cultivo.

La acción de estos agentes puede ser variable ya que depende de las características del medio donde se desarrolla, de la cantidad de carbono y/o materia orgánica disponible, de la temperatura, entre otros factores. Necesitan una fuente de carbono para desarrollarse adecuadamente y así poder proteger a las plantas. Sin embargo, los recursos biológicos utilizados como fuentes de carbono, como la turba, son finitos y extraerlos directamente de nuestros ecosistemas puede ser insostenible.