EREX-T2

La diabetes mellitus (DM) afecta a más de 400 millones de personas en todo el mundo, y la diabetes mellitus tipo 2 (DMT2) presenta riesgos significativos de disfunción cardiaca diastólica (23%) y sistólica (13%).

La insuficiencia cardiaca inducida por la diabetes (ICDI) es una complicación importante de la DMT2, caracterizada por cambios miocárdicos adversos independientes de la enfermedad arterial coronaria, otras patologías cardiacas o la hipertensión.

La ICD aumenta significativamente el riesgo de muerte prematura, lo que subraya la necesidad de adoptar medidas preventivas. Los biomarcadores tempranos del remodelado cardiaco adverso en la DMT2 son cruciales. La deformación longitudinal global (GLS) se ha revelado como un marcador predictivo detectable mediante ecocardiografía, que indica disfunción miocárdica subclínica. El ejercicio es muy recomendable para el tratamiento de la DMT2, ya que mejora el control glucémico, la forma física, la presión arterial, el perfil lipídico y la composición corporal, y reduce la mortalidad.

No se conoce bien el impacto de las diferentes modalidades de ejercicio (intensidad y volumen) sobre el GLS en pacientes con DMT2. El objetivo específico de nuestro estudio es investigar si el volumen de entrenamiento, más que la modalidad de ejercicio, desempeña un papel crucial en la prevención de la DIHF en un modelo de roedor, sirviendo el GLS como un marcador temprano de remodelación cardiaca.